La ansiedad es parte de todos nosotros y es un mecanismo del organismo completamente normal. Es una respuesta involuntaria de nuestro cuerpo ante situaciones de peligro y nos permite protegernos y anticiparnos. Lo que sentimos es un miedo leve, aceleración del ritmo cardíaco y de la respiración, sudoración y, a veces taquicardia, todo lo cual es perfectamente normal frente a las situaciones de estrés que afrontamos día a día. Pero cuando estos síntomas crecen mucho y aparece una sensación de miedo intenso le llamanos crisis de ansiedad.
Esto no es realmente grave para la salud, pero cuando nos pasa, podemos llegar a sentir pánico y es entonces una señal de que necesitamos ayuda.
¿Síntomas de la crisis de ansiedad?
- Palpitaciones o elevación de la frecuencia cardíaca (taquicardia).
- Sensación de ahogo, con respiración rápida.
- Opresión en el pecho.
- Miedo o pánico. Literalmente, sentirse como si te fueras a morir.
- Sudoración o escalofríos.
- Náuseas o molestias abdominales.
- Mareo o incluso desmayo.
- Sensación de irrealidad.
- Sensación de entumecimiento u hormigueo.
¿Qué hacer?
- Busca a alguien de confianza y háblale sobre lo que te está pasando (cualquier vía de comunicación puede ser útil).
- Trata de identificar la base de tu miedo y luego intenta ponerle solución (siempre que esto sea posible para ti).
- Busca una tarea que requiera de toda tu atención y que disfrutes haciéndola e intenta enfocarte en ella.
- Controla tu respiración, si sientes la necesidad de respirar mucho evítalo, respira lentamente, eso te permitirá controlar la hiperventilación y, en consecuencia, te ayudará a reducir la ansiedad.